-. Isabel.-

Hace varios días he estado recibiendo amenazas, primero en mensajes de texto en mi móvil, luego al móvil del trabajo, después llamadas en las que solo respiran del otro lado…

No le he querido decir nada a Max porque hace una semana tuvo que viajar a Italia por sus negocios y no quiero interrumpirlo, pero hoy estoy decidida a que lo sepa.

- ¿Franco?

- Si, señora

- ¿A qué hora llega Max?

- Pues él todavía no se ha comunicado, ¿necesita algo? Me dijo que venía directo a su departamento.

- Tal vez tu puedas ayudarme, ven a mi despacho.

Voy con el jefe de seguridad de Max a mi despacho para mostrarle lo que está sucediendo.

- Dígame en que la puedo ayudar.

- Mira hace varios días me están mandando mensajes y haciéndome llamadas en las que sólo oigo respiraciones… todo empezó después de que Max se fue, al principio pensé que era una broma pero ya me estoy empezando a preocupar.

- Maldición, ¿Por qué no nos había dicho nada? El señor se va a enojar.

- El señor no tiene porque ent