-. Max .-
Voy a la cocina y encuentro a Isabel con una espátula para revolver lo que tenía en la olla cuando me cuelo y abrazo su cintura dejando la espátula a un lado, le doy vuelta para que me mire y la siento en el mostrador dejando sus piernas sobre mis caderas.
- Max, le falta poco…
- Después lo terminas… ahora quiero mi beso.
No le doy oportunidad de pensárselo antes de callar su protesta con mis labios. No podía entender el hechizo que había hecho conmigo, siempre fui un tío razonable pero desde que la volví a encontrar la razón se tomó vacaciones. Cuando siento que Isabel ya está más allá del razonamiento profundizo el beso para entonces probarla completa. En un movimiento rápido, la tomo de la cintura y comienzo a subir su ropa dejando sus muslos al descubierto. Me encantan esos vestidos que usa cuando vuelve del trabajo, son de algodón super sencillo pero para mi es como si no llevara nada. Ella por su parte comienza a besar mi cuello y a morderme la oreja sabiendo que es un