El agotamiento era un peso tangible que se había instalado en mis huesos. El esfuerzo de mantener dos personalidades, una pulcra y la otra empapada en aceite, me estaba drenando. Las noches en el almacén se habían alargado; la reparación del Huayra de "Rogue" era un rompecabezas mecánico tan absorbente como peligroso, y Liam no dejaba de presionar.
Hoy era el día de la recepción benéfica. La "fachada" que Spencer necesitaba para ablandar a los inversores.
Me puse el vestido de Aether Corp que me habían proporcionado, una seda negra sin adornos que era elegantemente aburrida y cara. Me sentía aún más como un accesorio de Spencer. Mi rostro, sin embargo, delataba la falta de sueño. Intenté cubrir mis ojeras con maquillaje, pero no pude ocultar la palidez.
Spencer me recogió en un sedán oscuro con vidrios polarizados. Él estaba impecable, como siempre.
—Usted me representará como mi socia en este proyecto, Casey. Hable poco. Sonría. Si le preguntan por la tecnología de Aether, redirija l