Mi esposo y una señorita adinerada, falsa de pies a cabeza, eran amigos de la infancia. Un día, ambas fuimos secuestradas. Y él, que era médico, llegó nervioso al lugar con una ambulancia, visiblemente nervioso. Sin embargo, en lugar de socorrerme a mí —su esposa—, decidió salvar primero a su mejor amiga, dejándome allí en el mar, con las piernas rotas, luchando sola por sobrevivir. En mis últimos momentos de vida, entre el dolor insoportable y la desesperación, le supliqué que me salvara. Le rogué por mi vida… y por la de ese pequeño ser que se movía dentro de mí, inquieto, en mi vientre. Pero lo único con lo que me topé fue con su indiferencia. Sin embargo, antes de marcharse, en un acto de compasión, llamó otra ambulancia para que fuera en mi ayuda, antes de dejarme, lanzando una última frase llena de desprecio: —Te inventaste un embarazo solo para que te salvara primero, ¿verdad? Qué bajo has caído. Ya te pagué el favor de haberme salvado la vida antes. Ven al hospital más tarde, firmaremos el acuerdo de divorcio. Al escuchar eso, con las manos temblorosas, me apresuré a quitarme el audífono de la oreja derecha. Solo quería una cosa: sumergirme en el silencio más absoluto…
Leer másCarlos, furioso, apretó los puños y señaló a Ada, acusándola con voz firme:—Incluso sabiendo que no eres la hija biológica de mis padres, ¡nunca te hemos maltratado! Tu matrimonio fue tu decisión. Antes de comprometerte, te advertimos que ese tipo no tenía buenos modales. Pero dijiste que no podías aceptar bajo ningún motivo un matrimonio con un hombre inferior a Dylan.En este mundo, Carlos era el único que me trató bien cuando estaba viva y se sintió verdaderamente triste por mi muerte.Ada no reconoció su error, por lo que la policía se la llevó de inmediato. Después de eso, mi cuerpo fue cremado. Ada fue condenada a veinte años por mi secuestro al principio, pero, como figura pública, su crimen fue considerado aún más grave, y finalmente fue condenada a pena de muerte.Sin embargo, sin saber por qué, aún no podía ir al paraíso en paz; solo podía quedarme resignada al lado de Dylan todos los días, viendo cómo se sumía en la profunda tristeza cada vez más, hasta que su estado mental
Todos estaban sorprendidos, sin saber por qué la policía había llegado justo a mi funeral, mientras solo Ada mostraba una evidente nerviosidad.—¿Quién es Ada López? —preguntó un oficial con total seriedad.Al escuchar que la policía buscaba a Ada, mi mamá le preguntó algo nerviosa:—Oficial, ¿qué está pasando?Ella había criado a Ada con esmero, como si fuera su propia hija, por lo que la trataba incluso mejor que a mí, su hija biológica.—Después de la exhaustiva investigación, hemos confirmado que la culpable del secuestro de Olaya López es Ada López, por lo que necesito llevarla a la comisaría.Al escuchar esto, mamá se desmayó y cayó estrepitosamente al suelo. Dylan miró atónito a la policía, retrocediendo y sacudiendo la cabeza, sin poder creerlo.—No, no esto no puede ser… Ada no puede ser la culpable… Les entregué el rescate en persona y la salvé…Ya no pudo continuar; su rostro reflejaba un profundo arrepentimiento y dolor. De repente, parecía haber comprendido algo. Dirigió u
Ada, visiblemente nerviosa, intentó explicarle:—Dylan, tú me conoces mejor que nadie, ¿cómo podría hacerme daño a mí misma para perjudicar a Olaya? Además, fue Ada quien me invitó a salir, ¡el secuestro fue culpa de ella!Antes de que Ada pudiera terminar sus sutiles palabras, Dylan la interrumpió con voz firme, llena de desprecio:—Nunca te he gustado, ¿verdad? Solo me has mantenido en suspenso para alimentar de esa manera tu vanidad al ser cortejada por otros, ¿no es así?Ada se tensó un poco al escucharlo. Su rostro cambió de forma drástica y sus labios temblaron, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Mientras tanto, las lágrimas comenzaron a brotar, dándole un aire de lástima.Sin embargo, Dylan parecía inmunizado. Irritado empujó a Ada hacia afuera. La dejó llorando en la puerta, sin mostrar ninguna otra reacción.A pesar de todo lo que hizo por mí, no podía sentirme conmovida. Su dureza hacia Ada era porque ella lo había engañado. Si ella se disculpaba mostrando sincerida
Mi gusto por Dylan no era nada especial. Empecé ese amor oculto simplemente porque él era guapo y sobresaliente en los estudios. Para una adolescente, es fácil enamorarse de un chico que es mejor que ella, y la verdad, yo no fui la excepción.Bajo la tenue luz, escribía en mi diario:[Me gusta Dylan, no solo por su apariencia, sino también porque es inteligente y tiene buen corazón. Lo vi donar dinero a niños en situación de pobreza. Lamentablemente, vengo de una familia común y él es hijo de un magnate. No tendremos oportunidad alguna de estar juntos.]Luego, volví a ser parte de la familia López y en mi diario escribí:[Me casé con Dylan reemplazando a Ada, pero me siento culpable. Parece que no le gusto… Le dije a mis padres que no quería hacerlo, pero papá me dio una bofetada. Esta me dolió muchísimo.][Vi a Ada confesando su amor a un pandillero, diciendo que no le gustaba Dylan. Dylan es también un pobrecito. Si es así, decido casarme con él.][Ada se cayó por las escaleras y Dyl
Después de un largo tiempo, finalmente vio el papel que había dejado sobre la mesa.***Él lo tomó, lo leyó y comenzó a reír a carcajadas, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. Era mi informe de embarazo.En realidad, después de casarnos, Dylan y yo también tuvimos momentos dulces. Él fue a la zona del terremoto para ofrecer servicios médicos, y al intentar rescatar a una paciente, se cayó desde un lugar alto. Se fracturó la pierna y tuvo que estar en la cama durante tres meses.Durante esos tres meses, lo cuidé con esmero. Era quisquilloso para todo y, no le gustaban las verduras, así que le preparé comidas nutritivas. Al final, lo malacostumbré.El año pasado, en mi cumpleaños, me preparó una variedad de fuegos artificiales. Los fuegos estallaron en el cielo nocturno, convirtiéndose en ese instante en testigos de nuestro mejor momento juntos. Me perdí en los rasgos esculpidos de Dylan y reuní todo mi coraje para besarlo. Mi cuerpo temblaba un poco, pero él no me empujó. Al cont
Dylan sacudía la cabeza, sin poder creerlo:—No puede ser… ¡No! Cuando me fui, ¡ella estaba bien y habló conmigo! ¿¡Cómo es que murió!?Sí, antes de morir, te pedía desesperadamente tu ayuda, pero ¿por qué no me salvaste? Te encontrabas tan nervioso al enterarte de los simples rasguños de Ada y dejaste que la ambulancia la atendiera primero. Mientras yo, solo podía sentir cómo se me escapaba la vida tumbada en la playa, sin poder moverme. Me sentía en ese instante tan impotente y desesperada. ¿Lo sabías?—El doctor me dijo que, si la hubieran llevado al hospital diez minutos más temprano, ella aún hubiera tenido la oportunidad de sobrevivir. Sin embargo, la ambulancia que llegó a tiempo, tú la usaste para llevar a Ada al hospital… ¡Eres uno de los principales responsables de su muerte! —le dijo Carlos con tristeza.Después de dejarle esas crueles palabras, Carlos no volvió a mirar a Dylan y se marchó con el alma perdida.Dylan aturdido, miraba fijamente mi rostro pálido Extendió la man
Último capítulo