En cuanto Sheily y Zack entraron al salón se separaron y cada uno fue por su lado para saludar al resto de asistentes y mezclarse con ellos. Él no tuvo que avanzar mucho, todos querían saludarlo; ella fue por un trago y luego se acercó a Jorge y Lili.
—Hola, ¿cómo están? —besó la mejilla de Lili y estrechó la mano de Jorge. Ellos dijeron que estaban bien y le sonrieron—. ¿El nuevo socio no ha llegado?
—Todavía no —respondió Lili—. Tu vestido es hermoso, parece hecho a tu medida.
—Le hice algunos arreglos. El color del tuyo te sienta muy bien, Lili, te hace ver vibrante y juvenil —halagó Sheily y Lili sonrió, azorada.
—A mí me gusta cómo quedó tu cabello —comentó Jorge—. Deberías peinarlo así para ir a la compañía —se quedó esperando que Sheily lo halagara también, pero ella sólo le dio las gracias.
Amadeo llegó junto a ellos. Estrechó la mano de Jorge y saludó de beso a Lili y a Sheily, pese a que ella le tendió la mano, gesto que él ignoró completamente.
—Dicen que el nuevo