Rubén, que paseaba por el jardín, empieza a rodear la casa.
—¡Wao! Sí que es enorme. Nuestra mansión es un pequeño departamento delante de esta majestuosidad. Tal vez debería proponerle a Lana que nos traiga a vivir aquí. —Sigue caminando, mientras Claus lo sigue de cerca, hasta que uno de los guardaespaldas que custodia la casa, le da un informe de lo que pasó mientras no estaba.
Rubén, que sigue caminando, se topa con una especie de garaje abierto, donde hay varios carros parqueados. Uno de ellos es un McLaren. Se acerca y se da cuenta que hay un hombre de espaldas, limpiando un auto negro muy lujoso.
—¡Vaya! —Exclama al observar 4 autos parqueados, todos perfectamente alineados. —En mis años mozos yo también tenía muchos autos. —El hombre que permanecía de espaldas limpiando el auto, comenta:
—Supongo que a los ricos, les gusta coleccionar autos. En el garaje subterráneo hay 10 autos más.
—Tantos… ¿Podrías mostrarme?
—Lo siento, señor, pero ahora no creo poder hacerl