Mundo ficciónIniciar sesiónEl martillo resonó tres veces, cada golpe como campana de muerte.
La sala del tribunal se había transformado. El juez Pemberton ya no presidía. En su lugar, una mujer de cincuenta años con cabello plateado recogido en moño severo ocupaba el estrado.
Lady Justice Margaret Thornhill.
Su reputación la precedía: implacable, incorruptible, y con tolerancia cero para drama.
Exactamente lo que este caso necesitaba. O lo que todos temían.
—Orden —su voz cortó el murmullo como cuchillo—. Este tribunal ha sido circo suficiente tiempo. Ahora operarem







