Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl sol había salido completamente cuando los guardias finalmente llegaron.
Pero la luz que bañaba el claro del bosque no revelaba nuevo día lleno de esperanza. Revelaba pesadilla.
Dos cuerpos yacían inmóviles en la tierra manchada de sangre: Isabella, con expresión casi pacífica a pesar de la herida en su pecho, y Beatrice, con los ojos abiertos mirando al cielo que nunca volvería a ver. James estaba desplomado contra un árbol, tan quieto que parecía estatua.
Y entre ellos, los sobrevivientes.
Adrian de rodillas, sus manos manchadas con sangre de Sophia. Clara presionando su costado herido, su rostro pálido como p







