53. ¿Cuál es tu nombre?
Kala no discutió la decisión de Bastian. Él sabía lo que hacía y, aun así, no podía evitar sentirse preocupada y culpable por lo sucedido esa noche. Había sido idea suya invitarla a la discoteca. No la había cuidado, se sumergió en una burbuja y se dejó llevar por el ambiente, alejándose de Livia, perdiéndose en la pista de baile.
Se sentía tan mal amiga…, ni siquiera intentó llamarla luego de volver a la mesa y no ver su bolso. Era más que evidente que se había marchado del lugar. Le pudieron pasar tantas cosas malas y ella no se hubiera enterado hasta que fuera demasiado tarde.
Esa carga era demasiado grande y pesaba con losa sobre sus hombros.
—Vamos a ver el video —la invitó Bastian—. Tal vez sea alguien que conocemos o conocimos esa noche —dijo, abriendo la laptop sobre la mesa de centro.
Kala no recordaba haberla visto ahí, pero no importaba. Se concentró en ver la pantalla que aún seguía oscura. No se moró mucho y pronto las imágenes de ese día estuviero