61. Conociendo los celos
61. Conociendo los celos
Nova observó a Knox desde la silla detrás del fino escritorio de caoba, recargó el mentón sobre las manos y sonrió mientras su prometido limpiaba el desastre que habían dejado no solo en el sillón, sino también en…
—Tendré que pensar en una buena excusa para mandar a cambiar el sillón y la alfombra —dijo Knox, como si adivinara sus pensamientos.
Nova sonrió.
—¿Tienes que dar una explicación? —preguntó, moviendo la silla giratoria de un lado a otro. Sus ojos brillaban con picardía y algo más que Knox prefirió ignorar, apenas estaba limpiando el desastre como para volver a hacer otro.
—No —respondió con sinceridad.
Pero dudaba mucho que Soren, siendo la cabeza de la empresa, lo dejara ir sin dar ninguna jodida justificación para cambiar el mobiliario. También podía poner una excusa. Mentir y decir que el helado cayó repentinamente y que el desastre fue imposible de evitar.
—¿En qué estás pensando? —preguntó Nova, tomando un bolígrafo, rayando distraídamente sobr