11. Eres un idiota, Knox
11. Eres un idiota, Knox
El silencio que se instaló en la cocina fue ensordecedor. Nova miró a Mila abrir y cerrar la boca sin decir una sola palabra. Pronto imaginó la razón; sin embargo, no le dio tiempo de hacer ninguna aclaración. Mila salió corriendo, buscando el baño más próximo.
Las arcadas que se escuchaban desde el otro lado de la puerta, hicieron que Nova se estremeciera y la culpa aplastara su pecho. No debió decir las cosas a medias, solo había conseguido que la joven se pusiera mal.
Se mordió el labio, asustada y aún temblorosa, volvió a la cocina por un vaso de agua y regresó. Entró al cuarto de baño, encontrando a Mila sobre el lavado, vaciando el estómago.
—Mila —la llamó y esperó un momento antes de que ella levantara el rostro y la mirara—. ¿Estás bien? —preguntó, ofreciéndole el vaso con agua.
—Sí —respondió, pero Nova sabía que le mentía.
—Te has puesto así por lo que te dije, ¿verdad? —inquirió, sintiendo que sus mejillas quemaban.
Mila se limitó a mirarla, espera