09. Pequeña perra
09. Pequeña perra
Nova volvió esa misma noche a San Antonio, fue directamente del aeropuerto a su pequeño apartamento. Abrió la puerta y se detuvo en el umbral.
—Por fin en casa —murmuró. Mirando el interior, era tan estrecho que parecía una caja de zapatos, pero era decente.
Los muebles no eran nuevos, pero estaban bien cuidados. El sillón era cómodo, mucho más que el que estaba en la sala de su casa. Había agua caliente para bañarse todos los días y tomarse su tiempo.
Tenía comodidades que no habría alcanzado si no trabajara con Aiden en el restaurante y ahora, ¿tenía que renunciar a todo esto? Apenas tenía unos pocos ahorros, las propinas le habían ayudado bastante, con eso podía pagar un mes adelantado mientras buscaba otro lugar no igual de cómodo, pero más económico. Además, de encontrar otro trabajo.
Solo, no se le ocurría por dónde empezar. Nova terminó de entrar y cerró la puerta. Caminó hacia el sillón y se dejó caer sobre él, como por arte de magia. La curva de su barriga s