Mundo de ficçãoIniciar sessãoCarolina cayó sobre el pecho de Mariano, jadeante, con lágrimas en los ojos; el amor que sentían, podía transmitirse en casa caricia , en cada gesto, y en aquellas miradas que podían revelar la transparencia de los sentimientos que comparten.
- “Te amo, Mariano”, dijo Caroline. Él acarició su cabello. - “Y yo a ti, Caroline. Hoy, mañana y siempre”, expresó Mariano. Caroline sonrió, cerrando los ojos contra su pecho. - “Ahora ya no tengo miedo”, manifestó ella. - “Nunca más lo tendrás”, dijo Mariano, apretándole fuerte contra sí. Ambos permanecieron en silencio un largo rato, hasta que ella levantó un poco la cabeza y lo miró. - “¿De verdad crees que estoy lista para casarme tan pronto?”, preguntó con un hilo de voz. Mariano le acarició el rostro.<






