Mundo ficciónIniciar sesiónCaroline cerró con cuidado la puerta detrás de ella. Caminó hasta la cama y se dejó caer en ella, con las manos apretando las rodillas. Sentía todo el cuerpo en tensión y la respiración irregular. Había sentido cómo se le rompía el alma durante el desayuno. Había tenido que contenerse frente a Leonardo mientras la presencia de Mariano la quemaba viva por dentro. Llevó las manos a la cara y se le escapó un sollozo breve. No podía ser. Mariano estaba allí, en la misma casa que ella, y era el hermano de su esposo. Eso para la sociedad que juzga sin conocer las razones eso sería algo inmoral, pero bajo la amenaza con la que ha vivido todos estos años, eso también era algo muy peligroso.
Caroline se levantó y caminó de un lado a otro, intentando ordenar sus pensamientos. Recordaba la mirada de Mariano, ese gesto con el que le había pedido calma. Y sobre todo esa palabra que había pronunciado, baja, casi como un susurro dirigido solo a ella. “Paciencia”. Era su s






