En un mundo donde las manadas de lobos son vistas como mafias, dos viejos amigos de infancia deberán superar las adversidades que vengan para evitar el caos que amenaza con revelar su existencia. Una tragedia separó a estos amigos, un deseo de venganza los hará encontrarse y el amor deberá probar si es suficiente para perdonar una traición. ════════════════════════════════════════════════════════════ [ DISCLAIMER: La obra contiene contenido no apto para todo publico, escenas de sexo explicito, violencia física, escenas de tortura explicita, lenguaje vulgar, mención de sangre, asesinatos, traición, mención de relaciones no sanas, menciones de autolesión. No se pretender romantizar ninguna acción descrita en la obra. Las acciones aquí descritas no corresponden con los ideales del autor. Es una obra de ficción y el autor no se hace responsable por la interpretación que el lector quiera darle. Favor de leer con discreción. ]
Leer másEl viento golpeaba con fuerza contra el ventanal de la casa haciendo retumbar los cristales, la fuerte tormenta que estaba cayendo no parecía tener intenciones de detenerse en ningún momento, para muchos en la manada eso era un mal presagio y la pelea que estaba tomando lugar en la oficina del alfa dejaba en claro que, en efecto, algo malo estaba pasando.
- ¡¿Cómo pueden traicionarnos de esta forma?! ¡Hemos sido sus amigos desde años! Los ayudamos a formar esta manada- El alfa más bajo se enfrentaba a su líder, su esposa Eloise, a su lado intentando calmarle para evitar que esa pelea empeorará, conocía a su amigo y sabía que no podrían ganarle. Era el líder de la manada después de todo, era un alfa fuerte e inteligente, capaz de guiar a cualquiera de esos lobos por el camino correcto.
-Por favor, tienes que calmarte. No tengo otra alternativa. Tú hijo es un defectuoso, no puedo permitir que alguien como él esté en la manada. Esto no se trata de nuestra amistad- La voz del alfa era seria pero calmada, intentando mantener sus instintos bajo control y no herir a su amigo. La amistad que tenían seguía ahí después de todo, no podía dejar de lado algo que construyeron con el paso de los años.
- ¡¿Es una m*****a broma?! No es culpa de Edel haber nacido de esta forma. No puedes lanzarlo a la calle y darle la espalda, Joseph. Sabes que es un guerrero fuerte y daría todo por mantener la manada a salvo
-Esto no se trata de eso, Ivan. Los deltas son inestables y lo sabes, no puedo permitir que alguien así permanezca más tiempo en la manada. Es peligroso para el resto de nosotros- Esas palabras fueron suficientes para que el otro hombre perdiera la poca paciencia que el aroma de su esposa le generaba. Por supuesto, no iba a permitir que hablara de esa forma de su hijo, su único hijo. En un instante un gran lobo negro estaba frente al alfa, gruñendo de forma amenazante dispuesto a atacar a su líder, dispuesto a traicionar y levantarse contra él. Y eso fue suficiente para provocar que Joseph tomará su forma animal de igual forma.
La pelea no tardó en llegar, ambos lobos tiraban mordidas y patadas con la intención de hacer daño, las mujeres tratando de hacerles entrar en razón, pero era imposible, el instinto de ambos estaba fuera de control. El ruido atrajo finalmente la atención del resto de la manada, algunos veían aterrados la escena, veían con miedo como el segundo al mano, la mano derecha del líder lo atacaba como si fueran enemigos, como si hubiera una rivalidad de años entre ellos, no les importaba nada en ese momento. Ni quienes les rodeaban, ni la imagen ante sus hijos, eran dos alfas peleando por ganar, por mantener su orgullo intacto, por el orgullo y honor de su familia. Era lo único que importaba en la mente de los hombres.
Las mordidas eran cada vez más fuertes, las heridas ya se notaban en el pelaje de ambos lobos, incluso aunque su manto fuese tan oscuro como la noche, la sangre brillaba sobre este, dejando en evidencia que esa sería una pelea a muerte y ninguno pensaría en ceder. El resto de la manada sólo podía ver en silencio la masacre que se estaba llevando a cabo frente a sus ojos, en la distancia los hijos de ambos alfas incapaces de saber cómo actuar o que hacer. Ambos eran demasiado jóvenes aún como para poder saber que hacer en una situación así. El más joven de ellos, la razón de toda esa pelea, Edel, estaba ocultándose detrás del cuerpo del otro chico, no porque hubiera una gran diferencia entre ellos, pero su amigo siempre había demostrado más valentía en esos casos. Era un alfa después de todo. Nacido para guiar y dirigir a su gente igual que su padre. Kiyan, como era su nombre, sólo intentaba calmar al más joven con las únicas palabras de aliento que podía encontrar. Diciendo que estarían bien, que todo estaría bien. Creía que la pelea no podría durar por siempre y se arrepentirían de lastimarse.
Y no podía estar más equivocado.
Un aullido fuerte fue lo que les hizo parar, o al menos al líder de la manada. El cuerpo de su amigo yacía agonizante en el suelo, manteniendo aún su forma animal, su esposa había corrido hasta su lado para abrazarlo, apretando su pelaje mientras gritaba con desesperación por la inminente muerte de su amado. Edel corrió hacia ella, observando aterrado el cuerpo sin vida de su padre, el hombre que había preferido dar su vida por el que permitir que su líder se deshiciera de él. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos sin poder contenerse. No podía creer que su líder había asesinado a su padre a sangre fría, a su amigo, a su mano derecha. Al hombre que le había seguido en tantas aventuras y había peleado a su lado tantas batallas. La habitación quedó en completo silencio, sólo se escuchaba el llanto desesperado de Eloise mientras seguía aferrándose al cuerpo sin vida del lobo, su hijo sólo lloraba en silencio. Nadie era capaz de decir nada, nadie era capaz de hacer nada. La manada temía meterse en el camino de Joseph y más ahora que había demostrado que no tendría piedad contra quien pensara en desafiarle.
La tormenta había presagiado no sólo la muerte de Ivan, Eloise le siguió tiempo después, ser desterrada con su hijo de su único hogar y perder a su marido la llevo al borde de la locura, terminando con su vida unos meses después. Edel, con tan solo 16 años se había vuelto un solitario. Un lobo destinado a vivir en soledad al ser desterrado de su manada. Y crecería con el rencor y odio dentro de él hacia la manada Colmillo blanco.
La habitación se encontraba llena de las feromonas de ambos alfas cuando Kiyan se lanzó contra Sakuma, sin pensarlo demasiado para comenzar a golpearlo, aunque a diferencia de antes, esta vez Sakuma si comenzó a defenderse, los golpes caían desde ambas direcciones, forcejeaban para ver cual terminaba encima del otro en el suelo, incluso en algún momento habían mordidas de parte de ambos, sangre ya comenzaba a salpicar el suelo, y aunque Kion deseaba separarlos, sabía que meterse en la pelea de dos alfas era una pésima idea. Y aun cuando el ruido de pasos se hizo presente, ninguno de los lobos que habían llegado estaban dispuestos a correr el riesgo.—¿Qué mierda ocurrió? ¿Por qué están peleando? —La voz de Edel se escuchaba preocupada, principalmente porque no sabía como poder detener a ninguno de los dos o que hacer en ese caso, y aunque supiera que hacer, no estaba seguro que pudiera ser suficiente para detenerlos—No pudieron aguantar sus instintos, comenzaron a discutir y terminar
El día llegó con calma, una suave lluvia seguía cayendo, pero esta no era ni la mitad de lo que fue la tormenta durante la madrugada, ocasionalmente un par de truenos se escuchaban en la lejanía. El único lobo que estaba despierto era Sakuma, una taza de café fresco le mantenía alerta, aunque para ese momento esa ya era la quinta taza que tomaba. En algún momento en la madruga el frio y la fuerte tormenta había sido lo bastante fuerte como para obligarle a él y Kion a regresar a la casa y terminar recostándose en el sofá, donde aún yacía Kion dormido con calma, removiéndose apenas de vez en cuando, pero aun durmiendo sin que nada le perturbara. El sonido de la televisión era el único ruido que llenaba la casa por dentro. Sakuma debía admitir que había algo demasiado domestico en el asunto, y si no fuera por las noticias que estaba viendo, se habría dado el tiempo de disfrutarlo.Reporteros comenzaban a dar visibilidad al trato que los humanos habían hecho con Ryoichi, y aunque ninguno
En cuanto todos los lobos se fueron a las habitaciones asignadas Sakuma aprovecho ese momento para salir de la casa, quedándose en lo que era la parte trasera de la misma, protegido de la lluvia con el techo del porche, sentándose en la pequeña banca vieja que se encontraba ahí. En sus manos se encontraba una taza de chocolate caliente, aunque esta quedo olvidada al tener toda su atención fija en el cielo, el recuerdo de todas las veces que estuvo en la misma situación, solo que, con su hermano, su madre y Tsuki en su antigua casa, observando el cielo, disfrutando de una taza de chocolate, bromeando y siendo felices le ataco, haciéndole suspirar largo.—Ese fue un muy largo suspiro —La voz de Kion a sus espaldas le hicieron saltar un poco por la sorpresa, alejando todos sus pensamientos para poder verle—Creía que estarías en tu habitación descansando—Me es difícil dormir sabiendo en la situación en la que estamos, una guerra no es un momento en el que alguien pueda relajarse —Sakuma
Para el momento en que los lobos llegaron a la casa de seguridad Sakuma y los demás ya se encontraban dentro, Edel esperaba algo mas ostentoso, considerando lo que conocía del alfa, pero en realidad lo que tenía frente a él era una pequeña casa, lo bastante grande como para contenerlos a todos, pero al mismo tiempo lo bastante pequeña como para que no hubiera suficientes habitaciones. Aun así, el calor de la misma, además de la chimenea eléctrica que poseía era suficiente para que no importara lo pequeña que era, debía admitir incluso que era algo acogedor. Y de algún modo tenía que admitir que, bajo otras circunstancias, le gustaría tener algo parecido con Kiyan.Posiblemente en otra vida podrían tener esa oportunidad.Kaya ya estaba durmiendo cuando los lobos llegaron, Sakuma le dejo uno de los cuartos, además de explicar a Edel y Kiyan que si querían podían quedarse también junto al niño en la misma habitación, asigno también una a Kion y la ultima para los gemelos, explicando que
El único sonido que podía escucharse en el parque era el ruido del viento moviendo los árboles, anunciando que se acercaría una nueva tormenta pronto y que sería recomendable para los lobos buscar un refugio, aunque ninguno parecía tener interés en eso, no era algo que les importara, todo en lo que podían pensar era en la situación en la que se encontraban. Para ese momento Kiyan ya se había calmado lo suficiente como para no pensar en hacerle algo al alfa, tal vez porque estaba pensando cosas peores en ese momento, entre ellas, buscar a Ryoichi y asesinarle antes de que pudiera llevar a cabo su plan. Pero sabía que esa no podría ser la mejor de las ideas, incluso si fuera capaz de hacerlo, existía la posibilidad de que podría llegar a morir en el intento.Y estaba seguro que Edel se dio cuenta de eso pues en algún momento termino acercándose a él, sin abrazarle o intentar ningún tipo de movimiento, pero recargando su cabeza contra su pecho con cuidado, como si pudiera leer sus pensam
En todo momento mientras manejaban y atacaban a los soldados del laboratorio, el cual se encontraba en una pequeña abandonada y estaba estrictamente diseñado únicamente para la creación y desarrollo del suero, Edel mantuvo su atención fija sobre Sakuma, y los gemelos tampoco parecían interesados en dejarle un segundo solo. Ryu le seguía a cada paso que daba y aunque Kyu se había quedado a cuidar a Kaya, sus ojos seguían fijos sobre el alfa cada vez que le veía. No querían darle la oportunidad de traicionarlos en ningún momento. En el camino ambos lobos habían tomado armas de los soldados para apuntar directo a Sakuma, solo para asegurarse que no pensara en nada.Y cuando llegaron al punto de encuentro, esperando por el resto de lobos, las armas de los tres apuntaban directamente a su cuerpo, Edel a sus espaldas, los gemelos a cada lado de el haciendo un pequeño triangulo, pero de forma que, si intentaba huir, le podrían disparar antes de que pudiera siquiera levantarse del suelo donde
Último capítulo