Narrado por Daniel.
La verdad es que me sentía orgulloso de ella, aunque no se lo dijese a menudo, a pesar de que nuestra relación no siempre fue la mejor del mundo, en aquella ocasión estábamos bien, y yo me sentía agradecido de tenerla, de que mi vida no fuese del todo una mierda.
Conducía mi moto por aquellas lluviosas calles, con ella abrazada a mí, con cuidado de no pisar las líneas blancas, pues con la lluvia estaban algo resbaladizas.
Lo cierto era que la relación con mis padres hacía tiempo que se había ido a la mierda, hacía mucho que ya no era el niño preferido y perfecto para ellos, pues no veían con buenos ojos que me hubiese enamorado d