64. Más allá del poder
Shaya sonrió. Había algo en esa sonrisa que mezclaba satisfacción con un dejo de tristeza.
—No busqué venganza —dijo ella, bajando la vista hacia el vino —Solo justicia. Y demostrar que no soy la mujer que ellos creyeron destruir.
La prensa no tardó en convertir el triunfo empresarial en un fenómeno mediático.
Las redes sociales estaban inundadas de publicaciones #ShayaAllens, #ReinaDelImperio, #VictoriaMillonaria. Los analistas financieros la comparaban con las mujeres más influyentes del mundo corporativo, y los titulares la situaban como la nueva cara del liderazgo femenino internacional. Pero no todos celebraban.
Viktor, el empresario que había intentado apoderarse del contrato, se encontraba reunido en su oficina con Santiago y Claudia. El ambiente olía a humo de cigarro y derrota.
—No todo está perdido —dijo Viktor encendiendo otro cigarrillo y dejando caer la ceniza sobre el suelo de mármol sin preocuparse —Ese contrato era un paso, no el fin. Si Shaya y Allens creen que el