Hemos cumplido los cinco meses de embarazo y para mi pobre Rosy han sido terribles, sus mareos y nauseas no la han dejado en ningún momento. A veces, pasábamos toda la mañana frente a la taza del váter, mientras ella devolvía lo poco y nada que alcanzaba a comer yo le sujetaba su cabello y masajeaba su espalda.
Su cuerpo también había cambiado, ya se le notaba su pancita redonda como una bolita y sus senos, dios si ya me gustaban como eran antes, ahora no me podía quejar. Solo había un pequeño gran problema y era que ya no teníamos tanto sexo como antes y las veces que podía tocarla de esa manera eran casi más mecánicas, me sentía un poco mal por ella, porque parecía no disfrutarlo, que poco a poco fui cediendo y me auto complacía en la ducha para no molestarla.
Estamos en la consulta del doctor Kon para la revisión mensual de nuestro bebé, desde que pasamos el primer trimestre los controles han debido ser más seguidos, específicamente cuando cumplimos la semana catorce debido a uno d