Cap. 10 ¡Nunca he visto ese lugar!
El auto no se dirigió a la ciudad. Tomó la carretera hacia las colinas, hasta un moderno y aislado Penthouse que Dayana no reconocía. Era la "cabaña" de Ares, su guarida personal.
Cuando despertó, estaba sola en una habitación minimalista con vistas al vacío. Una nota en la mesilla, escrita con la letra firme de Ares, decía: "Aquí nadie te molestará. Aquí podrás recordar en paz. O aprender de nuevo. Yo decidiré cuál."
Dayana despertó removiéndose entre las sábanas. Miró a su alrededor: la habitación era amplia, moderna, con tonos neutros y una luz tenue que se filtraba por unas persianas.
Todo le era totalmente ajeno, y, sin embargo, una paz infinita y extraña la envolvía. Dio varios suspiros, tratando de incorporarse, pero la cama era un nido de suavidad que parecía abrazarla y hundirla en una nube de confort.
Se sentía suspendida. Miró al techo, sin saber qué hacer o qué pensar. ¿Conocía ese lugar? Su mente daba vueltas en un bucle: no, sí, no, tal vez. Estaba tan alejada de la re