Después del ataque la mansión se vuelve un búnker, nadie entra sin autorización guardias por todas partes, puertas y ventanas cerradas vigilancia constante
Esta situación empieza a asfixiarse, desde hace mucho he sido prisionera, utilizada para muchos fines; pero es la primera vez que alguien quiere protegerme a mí, mi boca tiembla y las lágrimas amenazan con salir, debería sentirme feliz; pero no es así. Siento que no lo merezco, que alguien sufra por proteger ¿por qué debería ser así? Yo no valgo la pena, soy solo una mujer subastada y comprada en un mercado mi vida no es más valiosa que aquellos que me protegen. Durante la cena, rodeada de tensión y silencio me atrevo a desafiarlo con algo pequeño, me niego a usar el vestido de etiqueta de señora reprimida que escogió para mí y aparezco con otro. Espero su furia en cambio me observa en silencio, con los labios curvados en una sonrisa oscura. — “Crees que ganas cuando me desafías; pero no entiendes que cada vez que lo haces me perteneces un poco más" No mencionó nada ante su comentario se que me está probando, en tenedor en mis manos sufre las consecuencias, lo aprieto con tanta fuerza que sus pequeños relieves se quedan marcados en mi piel. La cena terminó y como siempre solo se levanta y se retira sin decir una palabra, el nudo en mi garganta crece siento como mi corazón se agita, este sentimiento me está consumiendo cada acción, cada palabra me marcan cada vez más no la piel, si no el corazón, mi alma. Es hora de dejar las cosas claras, me levanto del comedor y caminó hasta su oficina interrumpiendo su reunión dónde planea las represalias contra el enemigo. Los 3 hombres que conocí aquel día están presentes, Luca es uno de ellos. —- “Largo, luego terminamos con esto” Los 3 salen sin poner ningún tipo de resistencia; pero yo no soy ellos, yo tengo voz propia. —- ¿Por qué debes encerrar a todos? – le pregunto con voz firme —-- Varias de las personas que trabajan para ti, tienen una vida fuera de este lugar y tú los has encerrado —- —- Su vida fuera de estás paredes no me importa— su voz fría carente de emoción me sorprendió —- No creí que fueras tan frío Remy, ellos no tienen la culpa de tu arrogancia y de tu falta de sentimientos — le dije con desprecio, mientras me sudaban las manos. — “A mi solo me importas tu. Florecita” —- su tono pícaro y audaz me desconcentro —-- Por favor deja al menos que se vayan, los mayores —- mi voz se su aviso y fui más dulce más suplicante Sorprendentemente funcionó, le dió la orden a Gino uno de los acompañantes ese día, él lo quiso disuadir de la orden; pero ya me había dado su palabra y no pensaba retratarse ante mi —- Esto no está bien y lo sabes, existe este protocolo por algo y Remy no estás pensando con la cabeza correcta— Se levantó furioso de su asiento y caminó con pasos firmes hasta Gino, quería interferir me moví uno o quizás dos pasos; pero me paralice cuando se enojaba era una bestia gigante capaz de destruir al mundo entero —-- Lo voy a decir una sola vez, que se has mi hermano no te dará el derecho de contradecir mi orden, tienes más voz por ser mi sangre; pero no abuses o la próxima lápida será la tuya —-. El ambiente se congeló y la culpa apareció, por mi culpa y mi vena de héroe había causado un problema y si el tal Gino tenía razón y por mi petición los ponía a todos en peligro. Me comenzaba a marear era mucha información, era mucha responsabilidad la vista se fue poniendo borrosa, mi cuerpo cada instante se sentía más y más pesado, los párpados comenzaban a cerrarse, por más que intenté abrirlos era inútil. La voz de Remy cada instante era más y más lejos estaba perdiendo la conciencia un túnel oscuro me absorbía. [Remy] ver caer el cuerpo de mi florecita, me paraliza su cuerpo ahora está tan flácido el color de sus labios rosados ha cambiado y ahora están grises. —- ¡Gino rápido trae a un médico!! — grito con desesperación Un dolor se acumula en mi pecho, siento que no respiro verla sufrir me mata, nunca he sentido miedo a la muerte; pero saber que me la puede arebatar me quiebra Gino sale a buscar al médico de confianza, mientras tanto la acomodo en el sofá de cuero que se encuentra en mi oficina, su cuerpo a perdido calor y su respiración es más lenta —- “No te mueras, Rebecca no me dejes ahora que te encontré” Tomó su delicada mano y le depositó un beso, las lágrimas comienzan a brotar sin poder contener las el solo hecho de pensar que la puedo perder, me asfixia ella es lo único bueno que hay en mi vida y no quiero perder la. La puerta se abre y Gino entra con un hombre que no reconozco, en cuanto se acerca a Rebecca lo detengo. —- ¿Quién es…dónde está Gamboa? — mi voz fría y amenazante lo hace retroceder —- No aparece y el estaba disponible, es su discípulo —-- Volteo a ver a mi florecita, se está marchitando y no tengo otra opción, me hago a un lado para que aquel hombre la examine, mi instinto me grita que debo tener cuidado. —-- ¡Fue en venada!---- Una sola frase, ha hecho que mis paredes tiemblan ¿cómo pudo pasar? Tengo una rata entre nosotros, la ira late dentro de mí y quiero destruirlo todo aquel que le hizo daño a Rebecca deseara nunca haber nacido. —- ¿Puedes curarla?---- El médico asiente y saca de su maletín una jeringa con un líquido dudoso, antes de que logré insertar la en su piel lo de tengo. —- ¿Que hace? Este médica le ayudará cada momento cuenta —--Remy hermano deja que el médico haga su trabajo ella estará bien Lo dudo un poco más;pero al final acceso que la inyecte es su vida la que está en riesgo y no quiero perderla —- ¿Ahora que prosigue? — le pregunto impaciente —-- Ella dormirá un día más como máximo y luego se eso estará bien confíe en mí —-- Algo en ese tono de voz me es familiar, dejo vigilancia en su habitación, mientras hago mi investigación no dura mucho después de un par de costillas rotas todo mundo canta como pajarito Lola, mi cocinera más antigua, me ha traicionado, la respuesta es ¿por qué? Ella me era leal, su llanto no me conmueve. —- Amo perdón; pero me obligaron— susurraba aterrorizada —- Deberías haberme tenido más miedo a mi Dolores, por qué ahora morirás con mucho dolor La arrastró hasta el centro de la sala, todos y cada uno de los que trabajan para mi, están presentes esto no es un espectáculo es una advertencia.