Mundo ficciónIniciar sesiónSi, se que no es algo usual que una casi graduada de la carrera universitaria de Finanzas haya terminado como una simple asistente, sin embargo el trabajo y la paga es buena, así que al aceptarlo creí que tendría una gran oportunidad.
Obtener en mi currículum que trabajé para las famosas empresas tecnológicas Silver me abrirá muchas puertas, y con la paga podría saldar muchas de mis deudas… O eso pensé antes de conocer a mi jefe, pues ahora creo que no voy a durar ni una semana en este trabajo. Al iniciar la reunión tras las típicas formalidades, mi jefe me pidió la carpeta con los documentos, la cual yo tímidamente le entregué. Pero cuando Víctor Silverstorm abre la carpeta y hojea su contenido, me lanza una mirada furiosa, preguntándome en un susurro demasiado audible: —¿A esto le llamas documentos contables? ¿Qué clase de m****a es esto? —pregunta furioso. —Lo siento señor Silverstorm, pero yo no… —intento explicarme. —Eres la peor empleada de esta compañía, señorita Galloway. Sin darme tiempo a explicarme, lanza la carpeta al suelo con fuerza, dejando caer todas sus hojas. Sabiendo que no puedo dejar todo eso ahí, sintiéndome mucho mas humillada que antes, me pongo de rodillas y rápidamente recojo las hojas ante la vista de todos, quienes me miran con lastima, pero a la vez sin demasiada extrañeza, ¿Esta es la forma usual en la que el señor Silverstorm trata a sus empleados? Sin tener una respuesta clara, termino de recoger los documentos y regreso a mi sitio, sintiendo la mirada de Gabriel Dunne al otro lado de la mesa, siendo el único realmente preocupado por mi bienestar. Pero sinceramente… Creo que debí haberlo sospechado. El dinero que ofrecen por este puesto de trabajo es casi el triple que para una asistente normal, así que un trabajo tan bueno con una paga tan alta obviamente debía tener algo malo. Y supongo que mi confirmación de esto fue ayer cuando conocí a la anterior asistente del señor Silverstorm, una mujer de casi mi misma edad, quien al recibirme para mi entrenamiento lucía muy cansada y casi destruida, con el rostro pálido y grandes ojeras debajo de sus ojos. Después de enseñarme las cosas básicas, como dónde encontrar documentos importantes, manejar el ordenador de la oficina, y la cocina del piso, ella me dio una clara advertencia: —... No olvides que el señor Silverstorm pide eficiencia y rapidez, no puedes equivocarte jamás —me dijo ella con un tono de voz asustado. —Soy bastante eficiente —respondí encogiéndome de hombros. —Nunca serás lo suficientemente buena para el señor Silverstorm. Y no olvides, no importa lo amables que sean contigo, nunca puedes confiar en un Silverstorm mientras estés dentro de este edificio… Su territorio de cacería. Cuando me dio esa última advertencia, no pude evitar sonreír con burla, ¿Territorio de cacería? Pero ahora lo entiendo, por la manera en la que me mira mi monstruoso jefe, y con lo competitivo que es el ambiente laboral en esta empresa, no se siente como un trabajo, es casi como la selva, donde yo soy la presa. La reunión con la compañia DXP es relativamente corta, mi jefe y Gabriel Dunne hablan de los costos de la inversión que tienen juntos actualmente, y después de intercambiar algunos documentos entre ellos, la reunión termina. Sin embargo no puedo evitar notar que el ambiente es tenso, ¿siempre son así las reuniones en esta empresa? No voy a poder soportarlo si todo tiene este ambiente… Temerosa de las reprimendas de mi monstruoso jefe, dejó que él se vaya primero acompañado de algunos de los peces gordos de su compañía, otros empleados de alto rango. Mientras que yo prefiero subir las escaleras un par de pisos antes de tomar el ascensor, quiero hacer mi camino a mi oficina lo más largo posible para evitarlo. Las cosas malas no pueden evitarse para siempre, por lo que después de unos minutos debo regresar a mi escritorio, donde tras comprobar con alivio que mi jefe aun no ha regresado, decido tomarme mi tiempo para ordenar esa estúpida carpeta. No lo entiendo, ¿Por que me regañó a mi si esta estupida carpeta la preparó su anterior asistente? ¿Yo que tengo que ver? “Nunca serás lo suficientemente buena para el señor Silverstorm” Repito en mi mente, recordando la advertencia de esa triste mujer. Detengo mis labores cuando el ascensor fuera de la oficina se abre, y sintiendo un vacío en el estómago, temo que sea mi horrible jefe que viene a gritarme. Pero tras angustiosos segundos, la puerta de la oficina se abre, y con alivio compruebo que no es mi jefe, se trata de una hermosa mujer de cabello dorado y ojos azules, quien me mira y luego sonríe. —Oh vaya… Supongo que tu eres la nueva asistente de Victor —dijo la misteriosa mujer acercándose a mi. —Si… Mi nombre es Christina Galloway, y desde ahora seré… La nueva asistente del señor Silverstorm —me presento, aunque no tengo demasiado en claro cuánto tiempo voy a durar en este puesto. —Es un gusto Christina, yo soy Sophia Silverstorm, la hermana de tu jefe. Ambas estrechamos las manos como saludo, y mirándola con más detenimiento, puedo notar el obvio parecido entre mi jefe y Sophia, lo que la delata como una Silverstorm. —Oh… Tus zapatos están arruinados —dice Sophia al observarme con más detenimiento. —Si, tuve un pequeño accidente en la cocina —respondo de manera apenada. —Un día duro en el trabajo, ¿Mi hermano te está haciendo pasar un mal rato? Dudando ligeramente, asiento con la cabeza. Creo que voy a tomarme las palabras de la anterior asistente más en serio, y trataré de no confiar tanto en los Silverstorm, aunque Sophia se vea tan amable. —Descuida, él siempre es así con todos —me consuela ella con una sonrisa—. Supongo que ahora está con sus principales accionistas, así que regresaré mañana, ¿Puedes decirle que vine a verlo si aparece en la oficina? —Por supuesto señorita Silverstorm —respondo de manera educada. —Solo Sophia, creo que tu y yo seremos grandes amigas, Christina. Y sin decir más, la señorita Silverstorm se retira de la oficina, dejándome sola a la merced de mi monstruoso jefe.






