96. Es hora de bajar.
El vuelo desde Reino Unido hasta Estados Unidos había sido largo y agotador. Julia, Ciro y la pequeña Hanna estaban finalmente en tierras estadounidenses. Se sentían aliviados por haber llegado a su destino, pero también agotados por las horas de vuelo.
Julia miró a Hanna, que estaba profundamente dormida en su asiento.
— Parece que la princesa ha aguantado valientemente el vuelo —dijo Julia con una sonrisa, acariciando suavemente el cabello de su hija.
Ciro asintió, mirando a Hanna con cariño.
— Sí, lo ha hecho muy bien. Estoy seguro de que pronto se acostumbrará a los viajes largos.
El avión se detuvo en la pista de aterrizaje, y los pasajeros comenzaron a levantarse y a prepararse para salir. Julia y Ciro recogieron sus pertenencias y se pusieron de pie, cuidando de no despertar a Hanna.
— Vamos, cariño, es hora de bajar —dijo Julia suavemente mientras sostenía la mano de Hanna.
Hanna bostezó y se frotó los ojos antes de abrirlos con sueño.
— ¿Ya llegamos, mamá?
— Sí, mi amor, ya e