<<¿Estaré a salvo de hacer algo que lamente? ¿O de esa idea fija que te lleva a querer doblegarme? Lo dudo, lo dudo>>, pensó. Tenía que ser inteligente y frenar lo inconveniente, no importaba cuánto lo quisiera.
—No quisiera tener problemas con Summer. Ella puede malinterpretar esto y...
—Te preocupas demasiado por lo que otros puedan pensar.
—Es tu novia...
—No, no lo es—cortó, seco.
—Como sea, el nombre que quieras darle. Es la mujer que está contigo.
—La única mujer que estará conmigo mañana serás tú—su tono no dejaba lugar a más— Y hazme un favor, no menciones a Summer. No quiero su nombre entre nosotros. Nos vemos mañana. Dulces sueños, bonita.
—Hasta mañana—contestó con suavidad.
Dejó el móvil y se recostó en sus almohadas mientras se tomaba la cabeza con ambas manos. Estar junto a él a diario ya era riesgoso para su salud emocional, pero al menos en el contexto de la terapia ella podía sentirse relativamente segura. Estar juntos en un auto, paseando, visitando sitios que escapa