Capítulo 30

 

Ely había cursado ocho horas seguidas.

— Claro que el almuerzo nos salvó a todos. Pero igual, una vez que terminó la clase a las cinco de la tarde, todos parecíamos unos zombis ambulantes. — reía luego de una extensa charla donde me explicaba los términos médicos que aprendió en el transcurso del día.

La verdad era que muchas veces le entendía pero otras no podía seguirle el hilo y se terminaba riendo sola de sus propias bromas.

Ya a lo último, me reía porque me causaba gracia su carcajada contagiosa.

— Ada dijo que mañana a la mañana tienes gimnasia. — recordó repentinamente y aguardó mi confirmación con cara dudosa.

— Así es. — dije tras sacar el folleto con mis horarios para así verificar s

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