Sí, la carrera de Carlos en los medios iba muy bien, y ya era una de las figuras más conocidas en Ruitalia.
La primera estrella que su compañía lanzó fue Camila, la que también sería la futura esposa de su jefe.
Como dijo Valerie, en su compañía, con Camila ahí, ninguna otra actriz tendría chance de brillar. Incluso si alguna destacaba, nunca superaría a Camila.
La agencia de Valerie, aunque su agente era algo estricto, al menos les daba a todos las mismas oportunidades.
Carlos miró a Valerie con una expresión difícil y, con una sonrisa triste, me dijo:
—¿De verdad la odian tanto?
—¡Por supuesto! —respondí con firmeza.
—No solo la odiamos, la aborrecemos. No olvides que entre Camila y yo hay una enemistad profunda. Así que, Carlos, si elegiste estar con ella, mejor no te acerques a mí; no quiero que nadie se sienta incómodo.
—Pero tú eres mi única hermana, eres mi familia —dijo Carlos.
—Y aun así traicionaste a tu propia familia. No sabes lo peligroso que fue para Aurorita dar a luz. C