¿Para qué hace todo esto?
Si Mateo me echó de Ruitalia y decidió no volver a verme, ¿por qué guarda fotos del pasado?
¿No sería mejor olvidarme?
Mientras me hundía en pensamientos tristes, de pronto una mano larga y delgada me quitó la foto de las manos.
—Es mía.
Esa voz seria y conocida sonó cerca. El cuerpo se me puso tenso al instante y no me animé a moverme.
Era Mateo. Había vuelto.
Miró la foto, la revisó con cuidado para ver que no estuviera dañada y luego, sin decir nada, se dio vuelta y caminó hacia la salida.
En ningún momento me miró.
Apreté los labios, me sentí aliviada.
Por suerte no me reconoció. Si lo hubiera hecho, habría sido un gran problema.
Como dijo Valerie, yo no le debo nada. No hay razón para temerle.
Pero mis bebés están por nacer. Si Mateo me reconociera, seguro intentaría quitármelos.
Ahora solo me quedan ellos. No puedo permitir que me los quite.
Forcé mi corazón a calmarse y me apoyé en la mesa para sentarme despacio.
Justo entonces, dos niños pequeños en la