Capítulo 696
En ese momento, un sirviente habló desde afuera de la casa.

Valerie se sorprendió y dijo en voz baja:

—¿Javier está afuera escuchando en secreto?

No respondí.

Al poco rato sonaron unos golpes fuertes en la puerta.

Valerie alzó la voz y dijo:

—Pasa.

Cuando la puerta se abrió, Javier entró caminando rápido, con una bandeja en la mano.

Se acercó directo a mí con cuidado, dejó unos tacos en la mesa, y dijo en voz baja:

—Los acabo de comprar. Me dijeron que despierta el apetito y que a muchas embarazadas les gusta.

El olor ácido y picante me llegó y sí me despertó un poco el hambre.

Pero en ese momento yo solo quería alejarme de él y no aceptar la comida.

Empujé el plato de tacos hacia él y dije con indiferencia:

—No hace falta, ya comí. En serio, no sigas con esto.

Las manos de Javier se apretaron un poco.

Él suspiró y dijo, triste

—Puedes odiarme o guardarme rencor, lo que sea, pero no pongas en riesgo tu salud. Tus bebés ya están grandes y comer tan poco no es bueno.

Valerie dijo, con c
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