Capítulo 165
Me quedé totalmente rígida, sintiendo cómo mi cara se ponía pálida.

¿Qué voy a hacer ahora?

En esa ecografía está mi nombre. Si Mateo la levanta y ve que estoy embarazada, ¿de seguro me quita los bebés?

La última vez, en la casa de los Bernard, quiso que me embarazara porque su abuela quería un bisnieto.

Si se entera, ¿me encerrará como si fuera una máquina de hacer niños?

Cada posibilidad me hacía sentir peor.

Quise correr a recoger la ecografía, pero Mateo ya la había visto y estaba agachado para levantarla.

Me tapé la boca, temblando, con mil ideas cruzándome por la cabeza.

Justo en ese momento, Camila corrió hacia él, le tomó el brazo y dijo:

—Mateo, te equivocaste otra vez, mi consulta no es aquí, esta es la sala de maternidad.

—¿Ah, no lo sabía?

Mateo contestó tranquilo, mirando hacia donde yo estaba.

Me escondí de inmediato, muerta de miedo.

Camila le preguntó:

—¿Qué tanto miras?

—Nada, pensé que vi a un conocido —dijo él, y luego murmuró como para sí—: Pero no puede ser ella.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App