¿Me preguntaba por qué Javier seguía tan necio con meterse en mi vida y en la de Mateo.
—Ella es importante para ti, ¿verdad? —me preguntó Javier de repente. Aunque no sabía por qué me hacía esa pregunta, le respondí sin pensarlo:
—Sí, es muy importante, muchísimo.
—¿Pero qué tanto? —insistió él.
Me impacienté un poco.
—Si tienes algo que decir, suéltalo de una vez. Lo único que quiero saber es si lo que dijiste antes es cierto, si de verdad Valerie puede despertar —le exigí.
Javier se me quedó viendo en silencio y no dijo nada. En ese momento sentí un peso y una decepción muy fuertes en el pecho. Por lo visto, eso de que estaba seguro de que Valerie iba a despertar no era más que una mentira; nada más lo dijo para que no odiáramos tanto a su hermana. Me reí con amargura y ya no quise preguntarle nada más. En serio, cuando te decepcionas así de alguien, ya no te quedan ganas de hablarle. Me di la vuelta para irme, cuando él de repente me llamó, pero no le hice caso. Escuché su voz apur