No supe si era mi imaginación, pero la forma en que Jeison miraba a Javier tenía algo extraño, algo difícil de descifrar.
En ese instante, volví a sospechar que quizá era Michael.
Pero esa cara no tenía absolutamente nada que ver con la de Michael.
¿Acaso… se había hecho cirugía?
Lo observé con detenimiento, sin encontrar en su cara rastro alguno de haber sido operado. Además, su postura y sus gestos tampoco se parecían al Michael que yo conocía.
Mientras más pensaba, más dudas tenía.
En ese momento, Camila se burló:
—Aurora, de verdad no puedes dejar de mirar a los hombres guapos, ¿verdad? Ese día te quedaste embobada viendo a Mateo, y hoy estás igual con el señor Alboni. ¿A mi hermano lo ves invisible?
Me molesté de inmediato.
Esta mujer sí que era insoportable, buscando problemas donde no los había.
Javier le lanzó una mirada de reproche.
Carlos incluso la sujetó del brazo para que dejara de hablar.
Pero Camila, con esa lengua venenosa que tiene, insistió:
—Aurora, ya que te gustan