Capítulo 1425
La cara de Mateo se mantenía serena, pero en sus ojos oscuros había una seriedad distante que hacía que nadie se atreviera a acercarse.

Indira me dijo en voz amable:

—Aurora, no te tomes a pecho lo que dijo mi primo. Él siempre habla sin filtro. Te pido disculpas en su nombre.

Retiré la mirada del cuerpo de Mateo y respondí con calma:

—No pasa nada.

Indira sonrió. Esa sonrisa era de verdad elegante, casi como la de una reina. Luego se volteó hacia Mateo:

—Mateo, tu pierna aún no está bien. Permíteme ayudarte a sentarte allí.

Él no dijo nada, pero permitió que Indira lo tomara del brazo y lo guiara hacia la zona de asientos.

Lo observé alejarse sin parpadear, y de pronto recordé lo que me había preguntado anoche por teléfono.

En realidad, él siempre me había dejado una puerta abierta, siempre me había dado la oportunidad de volver.

Pero anoche, por mis propias dudas y temores, volví a rechazarlo. Volví a herirlo.

Ahora, cuando lo veía tan cerca de Indira, ¿qué derecho tenía yo a sentir
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP