Luki me pasó la tarjeta y dijo:
—Mami, esta venía con los regalos.
Bajé la vista. En cuanto leí las primeras líneas confirmé lo que temía: era de Waylon.
La tarjeta blanca traía varias frases: "Recién llegué a Ruitalia y traje unos obsequios de cortesía para estos dos niños tan lindos. Aurora, ¿te gustaron? La última vez, en Valkitlaz, conocí a estos pequeños y me encantaron. ¿Cuándo vas a salir con ellos para que nos veamos, Aurora? Ja, ja, ja. Como no contestas mis llamadas solo me queda dejarte una nota. Espero tu llamada."
Así que los números desconocidos que intentaron comunicarse por la tarde sí eran de Waylon.
Después de hablar anoche con Mateo, ya sospechaba que Waylon había cambiado de objetivo y ahora me apuntaba a mí. Por eso, para evitar caer en alguna trampa, no contesté ninguna llamada de números que no conocía.
Pero recordé algo que Alan me dijo: por lo que vivió de niño, Waylon nunca lastimaría a los niños. Entonces, ¿por qué ahora mostraba tanto interés por Embi y Luki