Camila dejó de reírse y luego volteó hacia Valerie con su sonrisa falsa perfecta:
—Últimamente te has vuelto muy popular. Dicen que en la fiesta de clausura va a haber un gran encuentro con fans y que la mayoría va a ir solo por ti. Parece que esta vez la actriz secundaria eclipsó a la protagonista. Felicidades, Valerie, pronto vas a ser una estrella.
Valerie se molestó y contestó, seria:
—Gracias por las felicitaciones. Adiós.
Dicho esto, me tomó del brazo y salimos del centro comercial.
En cuanto cruzamos la puerta, Valerie se estremeció y se frotó los brazos.
—Aurorita, ¿no te pareció que esa mujer estaba extraña? Uf... me dio escalofríos. Estaba como... no sé, como una loca.
—¿Hasta ahora te diste cuenta? —le contesté, riéndome—. Desde hace tiempo noto que no anda bien de la cabeza.
—Ay, qué miedo... mejor mantengámonos lejos de ella.
Dijo eso mientras me jalaba hacia el estacionamiento.
Pero sus palabras me pusieron a pensar.
La manera en que Camila habló, tan tranquila y medida,