Como vi que no le importaba, me empecé a preocupar.
Le dije:
—Pues no te va a matar, pero tiene una mente muy retorcida. Es como un demonio que se mete en tu vida, ataca a tus familiares y a tu pareja, hace que tus seres queridos se enfrenten, que tu familia se derrumbe, que entre tú y tu amado haya malentendidos y odio sin fin. Te va a arrastrar al infierno, te...
—Ya, Aurorita —Valerie de la nada me abrazó con fuerza y dijo rápido—: Perdón, perdón, no debí subestimarla. Tienes razón, lo que da miedo no es ella, sino su mente tan maliciosa. Tranquila, tendré cuidado con ella. Y lo que ya pasó, dejémoslo en el pasado, ¿sí? Aurorita, no pienses en eso.
Valerie sabía que todo eso eran mis heridas, dolores que me calaban hasta los huesos y que no se podían mencionar.
Después de un breve descanso, el rodaje continuó.
Después del regaño tan fuerte, Camila se portó un poco mejor.
Aunque Samuel gritaba “¡corte!”, ya no se molestaba tanto como antes.
En un abrir y cerrar de ojos, pasó toda la