Capítulo 460
El guardaespaldas puso los platos sobre la mesa y me dijo:

—Señorita Cardot, si esto no es suficiente, puede avisarnos. Podemos traerle más.

—No, no, es más que suficiente.

Miré toda la comida frente a mí y sentí calor en la frente.

¡Eso era suficiente para alimentar a una familia entera todo el día!

—Entonces, señorita Cardot, buen provecho.

El guardaespaldas se despidió con respeto y fue hacia la puerta.

Justo cuando iba a cerrar con llave, se giró y agregó:

—Por cierto, Mateo me pidió que le diera un mensaje.

Mientras tomaba la sopa, pregunté:

—¿Qué mensaje?

—Dijo que espera que la próxima vez pueda sentirla mejor que nunca.

Por poco escupo la sopa.

—¿Le contaron lo que dije al mediodía?

—Por supuesto. Incluso estos platos los ordenó él.

Apreté los labios. No tenía ganas de decir nada más.

Lo del mediodía lo había dicho solo por decir. No pensé que se lo contarían a Mateo al instante.

El guardaespaldas estaba a punto de cerrar la puerta, pero lo detuve de nuevo:

—¿Está Mateo en la v
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