POV Evolet
Abro los ojos porque la luz me molesta. Me reincorporo en la cama y noto que Stephanie ha abierto las cortinas y yo, con un inmenso dolor de cabeza ante mi fracaso de ayer. Me dan ganas de tomar de los pelos a esta mujer y echarla afuera. Pero sé que de una manera está buscando vengarse de mí por lo de Franco.
—Hola, buenos días, señorita Evolet, perdón si la desperté, es que pensé que no había llegado a dormir anoche. —La miro fijamente con los ojos medio cerrados.
—¿Y qué te hizo pensar eso? —le preguntó.
—Es que anoche todos nos dormimos y usted no llegaba. —Veo que baja la mirada.
En eso yo me levanto de mi cama y pongo mis pies en el suelo frío de mi habitación. Comienzo a caminar hasta quedar parada frente a ella.
—Mira, Stephanie. Si yo llego a dormir o no. Eso es cosa que no te interesa. Yo soy la dueña de esta casa y puedo hacer lo que me plazca. Y que quede una cosa clara: lo que tú y Franco tuvieran no es de mi incumbencia. Ni me importa, y creo que a él ta