Capítulo 93 Hay cosas que se deben en exceso.
—¡Ah! —respondió Raina con algo de sorpresa, manteniendo la calma.
Oliver se acomodó en su asiento y sonrió.
—¿Qué significa “ah”? —preguntó.
—Ya lo sé —respondió Raina, de repente sintiendo que esta charla le sonaba familiar, recordando que antes también había hablado así con Iván.
—¿Debería dárselo a esa persona? —preguntó Oliver.
Raina tomó un arándano y lo giró.
—Ya desinstalé esa cosa —dijo.
Oliver entendió al instante, hizo un gesto de OK con la mano, y Raina empujó el plato de frutas hacia él.
—Come más, te ayudará a cuidar la piel —comentó Raina.
—¿Acaso mi piel no está bien? ¡Acabo de ponerme una inyección de hidratación! —respondió Oliver, tocándose la cara, con un tono bastante afectado.
Raina se rio por su respuesta.
—Comer más la pondrá aún mejor —dijo.
Después de comer, Oliver acompañó a Raina. En el camino, sin pensarlo mucho, le preguntó:
—Si alguna vez quieres información de tu esposo, puedes contactarme cuando quieras, te prometo que la información es de primera mano.