¿“El día en que lo quieras de verdad”?

Al parecer la venganza de Iván no se limitaba a poseer su cuerpo, también quería su corazón.

¿Era exceso de confianza o simple arrogancia?

Iván se fue, y en la enorme habitación solo quedó Raina. El aire estaba frío, tanto que la piel se le puso de gallina, así que jaló la sábana y se cubrió.

El celular seguía sonando; pero lo apagó de inmediato.

—Lo sentimos, el usuario que intenta contactar no está disponible en este momento… —La voz de la contestadora salió del altavoz del celular de Noel, antes de que, furioso, lo tirara contra el piso.

Marta estaba sentada a su lado, balanceando una copa de vino en la mano, como una simple espectadora de la ira de Noel.

—No pensé que Raina tuviera tantas mañas. Apenas dos días y ya logró que Iván quedara enganchado con ella.

—¡Cállate! —gritó Noel, con los ojos rojísimos, señalándola.

Marta bebió un trago de vino.

—Aunque no lo diga, lo escuchaste. Ahora mismo Iván está cogiéndose a Raina. Ya la perdiste por