Capítulo 40 Ella quiere hacerse la mejor amiga de Raina.
—¡Noel!
Marta llevaba un sombrero de tul fino y elegante, un conjunto de Chanel y una sonrisa perfectamente calculada. Aunque veía a Noel sujetando a Raina, no mostró la menor incomodidad; al contrario, dijo mientras sonreía:
—Ya encontré tu pasaporte, no hace falta molestar más a la señorita Lara... No, me corrijo, debería decir la señora Herrera. Ya no es tu asistente.
Mientras decía esto, sus ojos se fijaron en Iván.
—¿El señor Herrera y su esposa van de luna de miel? Qué coincidencia, Noel y yo también.
Callado, Noel soltó la mano de Raina. Su mirada molesta se clavó en Marta, pero ella, con total naturalidad, lo agarró del brazo, pareciendo una pareja enamorada.
—Noel y yo vamos a Sedona. ¿A dónde irán ustedes, señor y señora Herrera?
Noel se tensó aún más, y miró a Marta con aún más rabia.
Iván y Raina también iban a Sedona, ¿por qué justo ahora Marta insistía en ir allí? ¿Qué pretendía?
El matrimonio de ellos era una unión llena de odio. Aunque Marta amaba a Noel, lo odiaba más