Capítulo 14 Ya no puedes encontrar a Raina.
No importaba lo que Marta intentara, Noel tenía que encontrar a Raina, explicarle todo y pedirle que lo esperara un poco más.
Ella siempre lo había comprendido, por eso estaba seguro de que lo perdonaría y no se enojaría.
—Noel, ya no puedes encontrar a Raina —le susurró Marta.
Él no le prestó atención, creyendo que era otra de sus artimañas. Cuando vio que no le creía, Marta sonrió:
—Hace un momento me preguntaste si vi a la persona en ese carruaje. Lo admito: la vi. La novia en ese auto era Raina, y ahora ya es la esposa de Iván. Es la señora Herrera.
Noel se tambaleó. Sus ojos se clavaron en la cara de Marta, mientras resonaba en sus oídos esa voz que hace tan poco había escuchado: “Te deseo felicidad”…
Con razón le había parecido tan familiar. Por eso había creído escuchar a Raina. Era ella, en serio era ella. El corazón de Noel se sintió como si lo hubieran desgarrado en mil pedazos y lo tiraran a un abismo.
Pero, al instante, entró en negación: ¡No! ¡Imposible! Eso no podía ser.