Ella tiene un poder inigualable y un destino peligroso. Una profecía de años en donde ella, sin saberlo, es la protagonista de todo y no tiene mas opción que esconderlo. Quieren matarla, quieren poseerla, pero... Lo lograran? ¿Qué hará ella cuando este cara a cara con el causante de sus pesadillas? ¿Estará dispuesta a sacrificar todo por su objetivo o caerá en las garras del lobo?
Leer másPov Celeste:
Escucho la alarma sonar logrando despertarme completamente, saco mi mano de debajo de las cálidas mantas de mi cama, aun con mis ojos cerrados, y estiro mi mano hacia la mesita de luz apagando la alarma para acto seguido desconectar el cable del cargador de mi celular y agarrarlo mirando la hora, 8:00 AM. Me levanto con un poco de pereza dirigiéndome al baño, quedando frente al lavamanos y mirando mi reflejo del espejo que tengo delante, donde acto seguido me lavo los dientes, me peino y me maquillo un poco, salgo del baño y camino hacia mi placar para elegir la ropa que me llevaría a la escuela, luego de unos segundos rápidos paseando mi mirada por la ropa, saco una remera de mangas largas blanca con flores rojas, rosas y azules, un buzo gris, un pantalón negro, dejo la ropa sobre la cama aun desecha y agarro mis zapatillas deportivas y guardo unos libros en mi mochila, una vez que termino de hacer eso me dirijo devuelta hacia mi cama empezando a desvestirme, para cambiarme la ropa. Cuando me termino de vestir me miro al espejo observando mi vestimenta y mi cara, sonriendo conforme con el resultado. Arme mi cama y agarre mi celular viendo la hora, 8:25, tenía 25 minutos para desayunar y salir para ir al colegio ya sabiendo que a las 9:00 debía estar ahí. Salio de su habitación dirigiéndose a la cocina de su casa donde prepararía su desayuno y el de sus padres.
POV Narrador:
Al llegar a su destino, Celeste, se dirigió donde se encontraba la cafetera, agarrando la lata dorada que estaba al lado de la máquina y la destapo, sintiendo el olor a café en su cara, se dispuso a poner los granos de café en la cafetera y agua para después encenderla y agarrar la pava eléctrica y agregarle agua para prepararse su té. También se dirigió a la alacena y saco pan para hacer unas tostadas para su padre y para ella y un paquete de galletitas de salvado que a su Mamá le fascinaban. Mientras el café y el agua se calentaban se puso a preparar la mesa con todo lo necesario para el respectivo desayuno de ella y sus progenitores. Se preparó su té y los cafés de sus papas y dejo las tazas en la mesa al tiempo que escuchaba el ruido de la tostadora, percatándose de que las tostadas estaban listas.
-Mamá! Papá! Ya esta el desayuno! Vengan!- Grito para que la escucharan, mientras iba a buscar las tostadas.
Celeste era una joven de 15 años que dentro de un mes cumpliría sus 16, ella tenía un pelo castaño claro largo y lacio, unos ojos marrones y era una adolescente de baja estatura para su edad, sus amigas le llevaban media cabeza o una entera, pero a ella no le molestaba del todo, no tenía problema con ser petisa, aunque si es cierto que no le molestaría cambiar algunos aspectos de su vida.
-Meli no corras tan rápido-dije sentada en una silla mirándola con mi mamá y Gise. -No te preocupes tía, yo la cuido-Dijo Ale y yo asentí con una sonrisa. -Sé que si Ale, gracias- Dije acariciando su cabeza viendo como Corría hacia la pequeña de 2 años que estaba en el césped mirando unas mariposas sobre unas flores. Sonreí con dulzura al ver como el pequeño Alejandro, de ahora 6 años de edad, se ponía al lado de Melina y la abrazaba. Fue una sorpresa para mí y Fran cuando quede embarazada, a mis 21 años termine teniendo a Melina, ella había heredado el mismo color de mis ojos y mi pelo, pero de cara era la copia de Fran. Definitivamente trajo mucha más alegría a nuestras vidas. Todos veíamos como Meli corría de un lado al otro, Ale siguiéndola cuidando que no se cayera. Sentí unos brazos en mis hombros, levanté mi cabeza, viendo a Fran depositando un beso en mis labios. -Tranquila yo me puedo encargar de tranquilizarla- Dijo vol
3 meses después Estos tres meses habían pasado demasiado rápido, hoy sería mi boda con Fran. Realmente había recibido mucha ayuda de mis amigas, mis hermanas, mi mama y mi suegra, creo que sin ellas esto no habría sido posible en tan poco tiempo. Porque si tres meses para preparar una boda era poco tiempo. La despedida de soltera, que me organizaron las chicas, había sido hace una semana y decir que no fue un descontrol sería una gran Mentira. Al día siguiente me levante recordando la mitad de las cosas y con una gran resaca. Cuando había abierto los ojos estábamos las chicas y yo en un pelotero en el parque de la casa, al parecer habíamos decidido a mitad de la noche pedir uno. La casa estaba hecho un desastre y había chicas que ni conocía acostadas sobre los sillones, con dibujos por toda su cara y partes de su cuerpo, hechos con labiales. El suelo estaba cubierto por millones de vasos de plástico, al igual que papeles de confeti y globos. Obviamente mis da
-Hola cariño como estas, feliz cumple- dije mientras agarraba a Sharo entre mis brazos, besando su pequeña y rosada nariz. -Feliz cumple Shari- Dijo Fran mientras acariciaba la cabeza del gato y besaba mis labios- Buen día amor. -Buen Día- dije sobre sus labios, separándome de él aun con Sharo en mis brazos. Me levante de la cómoda cama y entre a mi antigua habitación, ahora siendo la habitación de Sharo y Negra, esta estaba llena de juguetes esparcidos por el cuarto al igual que camas cómodas para ellos y unos rascadores para Sharo. Rellene los comederos para ambos, y su agua para después salir y dirigirme a la habitación de vuelta con Fran. Abrí la puerta dándome cuenta de que Rita nos había traído el desayuno, al ver que Fran estaba acostado con el control en mano y la bandeja con comida sobre la cama. Me metí a la cama, tomando mi taza de té y dándole un sorbo. -Que vamos a ver? - Pregunte dejando la taza de vuelta en la bandeja y agarrando una de
1 año después Ya tenía 18 años, me gradué y estaba empezando la carrera de diseño industrial en la universidad. Varias cosas habían cambiado de mi vida cotidiana, Hacía ya un tiempo los papas de Fran se habían ido a vivir solos al igual que Sebas y Alay que se construyeron también una mansión un poco más pequeña al lado de la nuestra. Yo ya no tenía mi propia habitación, hace meses que ya compartía cuarto con Fran. Nuestra relación era hermosa y transparente. Por mucho tiempo había pensado que ser la Alpha de los lobos sería muy complicado, pero realmente me di cuenta que manejo todo muy bien, siempre ayudo en lo que puedo y estoy al tanto de todo. Hace unos días tuve un sueño en el que Selene se me aparecía, ya era hora de que tomé mi lugar como la reina de los vampiros. Así que en este momento me encontraba llegando al castillo, al llegar me encontré con Jeremy y Jane los cuales me esperaban. -Hola Jeremy, jane- Dije saludándolos -Mi Reina-
Ayer había conocido a Peter, el mate de Siri, cuando la ayudamos con la mudanza. Realmente creo que nos llevaríamos bien, se notaba que tenía un buen corazón y que quería a Sira. Eso me dejaba tranquila. Hoy sería la reunión con los Alphas, decir que estaba nerviosa sería una mentira, estaba aterrada. ¿Que pasaría si realmente no es una buena decisión? o si los Alphas se la tomaban a mal? Me encontraba dando vueltas por la habitación frustrada, hasta que alguien toco la puerta. -Pase -Amor, ya nos tenemos que ir, estas lista? - Pregunto Fran entrando a la habitación tomando mis manos- Tranquila, todo saldrá bien- dijo depositando un beso en mis labios a lo que yo asentí. Ambos salimos de la casa yendo hacia el auto de Fran, él arranco el auto y nos fuimos al pantano, donde se encontraba un castillo viejo, en donde por lo general siempre se hacían reuniones importantes. Suspire antes de bajar del auto, entrando al castillo, viendo a varios Alphas ya ah
Estaba tranquila desayunando con Alay, cuando sentí los aromas de Fran y Sebas.-Buen Día- Dijeron al unisonó. Fran se me acerco y deposito un beso en mi mejilla, para después prepararse un café.-Ya sabes que vas a hacer? - Me pregunto a lo que yo negué.-No estoy segura- Dije dándole un sorbo a mi té- Le pediré ayuda a Arnold.-Aun debo agradecerle, a él y a los demás lobos blancos, de no haber sido por ustedes habríamos tenido muchas más bajas- Asentí recordando todo.-Ya lo harás tranquilo. Me tengo que ir bye- dije dejando la taza en el lavavajillas y dándole un beso a Fran en los labios, saliendo de la cocina.-Suerte! - Grito Alay, a lo que yo le respondí con un fuerte "Gracias".Me transformé y empecé a correr hacia la guarida, a pesar de que ya todos estábamos a salvo, nuestra especie seg
Último capítulo