-Meli no corras tan rápido-dije sentada en una silla mirándola con mi mamá y Gise.
-No te preocupes tía, yo la cuido-Dijo Ale y yo asentí con una sonrisa.
-Sé que si Ale, gracias- Dije acariciando su cabeza viendo como Corría hacia la pequeña de 2 años que estaba en el césped mirando unas mariposas sobre unas flores.
Sonreí con dulzura al ver como el pequeño Alejandro, de ahora 6 años de edad, se ponía al lado de Melina y la abrazaba.
Fue una sorpresa para mí y Fran cuando quede embarazada, a mis 21 años termine teniendo a Melina, ella había heredado el mismo color de mis ojos y mi pelo, pero de cara era la copia de Fran. Definitivamente trajo mucha más alegría a nuestras vidas.
Todos veíamos como Meli corría de un lado al otro, Ale siguiéndola cuidando que no se cayera. Sentí unos brazos en mis hombros, levanté mi cabeza, viendo a Fran depositando un beso en mis labios.
-Tranquila yo me puedo encargar de tranquilizarla- Dijo vol