P.O.V Eros
Han pasado varios días desde que mi hermana se fue de viaje de negocios. Debo admitir que ella es excelente en su trabajo; me dejó casi todo listo. El casting es mañana, así que he decidido adelantarlo un poco. Me siento algo decepcionado por no poder participar, pero primero está el negocio familiar.
—Señor Eros, ya todo está listo para el casting de mañana —escucho la voz de la asistente de mi hermana, Katia.
—Gracias, Katia. ¿Cuántas participantes hay este año? —le pregunto mientras reviso unos papeles.
—Como ordenó la señorita Rossi. Primero será el turno de las mujeres mañana y, la siguiente semana, el de los hombres —me responde.
—Perfecto. Entonces puedes marcharte, Katia. Nos vemos mañana en el casting —le digo. Escucho el sonido de sus tacones alejándose a medida que sale de la oficina.
Dejo el documento que estaba revisando y pienso para mí mismo: "Mi hermana tuvo una gran idea al incluir más hombres este año. Esto nos permitirá expandirnos mucho más.”