P.O.V. Hugo

No puedo sacarme de la cabeza las palabras de Eileen, pero también sé que no me ha contado toda la verdad.

Aunque rompa un poco mi palabra, necesito averiguar qué está pasando.

—¡Aurelio! —grité el nombre de uno de mis hombres de confianza.

Las puertas de mi oficina se abren y entra Aurelio con su porte militar.

—Me habló, señor.

—Sí. Tengo una nueva tarea para ti.

—Soy todo oídos, señor.

—Quiero que investigues todo lo relacionado con el señor Adrien Giordano y la señorita Eileen Rossi en Mónaco.

—A sus órdenes, señor.

—Recuerda que debe ser todo confidencial.

—Por supuesto, señor.

—Puedes retirarte.

Aurelio se va de inmediato y yo continúo con los preparativos de la boda.

Organizar una boda en un mes es estresante, pero di mi palabra, y soy un hombre de palabra. Me aseguraré de conseguir el mejor vestido de novia para Eileen. Así que me pongo manos a la obra, ya que tengo mucho que hacer.

Después de un día agotador, finalmente llego a la cas