Mundo ficciónIniciar sesiónLa Bienvenida
El aire cálido y perfumado de la mansión Winters Hall los envolvió apenas cruzaron el umbral. Todo en aquel lugar olía a historia: los pisos encerados, las molduras cubiertas de oro viejo, las lámparas de cristal que colgaban como cascadas de luz sobre la escalera central. Serena detuvo el paso por un segundo, sintiendo cómo el pasado se levantaba a su alrededor, vívido, casi tangible.
Un suspiro se escapó de sus labios, pero Dante, que la observaba de cerca, deslizó su mano por la espalda baja, un gesto silencioso de apoyo.
Entonces, una voz femenina -temblorosa, emocionada- quebró el silencio del recibidor:
- ¡Señorita Serena!
Una mujer de cabello gris, impecablemente recogido en un moño, avanzó con pasos apurados, sujetando su delantal de encaje.
- ¡Por fin! ¡Dios mío, pensé que nunca vo







