—Perdón, me distraje leyendo y me retrasé unos minutos.
Bajo las miradas sorprendidas de todos, Sofía subió directamente al auto de Elías.
En ese momento, Mariana bajaba de la primera clase y, al ver a la gente susurrando frente al Maybach de edición limitada, no pudo evitar fruncir el ceño.
—¿Sofía? ¿La prometida de Alejandro? Y ahora sube al auto de Elías…
—Que alguien así, un pez gordo como Elías, espere en la puerta de la escuela… y que los dos suban al auto, no necesariamente significa que tengan algún vínculo.
—Sí, quizá solo es casualidad…
Las voces se entremezclaban en susurros.
Mariana observó cómo el auto se alejaba y alcanzó a ver, a través de la ventana, a Sofía y Elías conversando y riendo juntos.
Al verlo, apretó los puños.
Como sospechaba, la última vez que Sofía dijo que quería presentarle a Elías, solo era para burlarse de ella.
Con esto en mente, Mariana rápidamente mandó un mensaje a Leo, instándolo a actuar.
¡Tenía que hacer que Alejandro viera la verdadera cara de