El camino a casa fue tranquilo, Marco iba informando a Lucca una que otra cosa de vez en cuando y mi vista estaba fija sobre el camino.
Ver el lindo paisaje citadino nocturno me hacía tener un poco de paz. Mi cabeza estaba doliendo un poco, pero no le tome importancia, quizás es mi hora de comer.
O quizás aún sigue rondando en mi mente la pesadilla de esta mañana, más que una pesadilla es el recuerdo vivido de hace seis años cuando mis papás murieron. Mi madre siendo la única hija de Giann Coppola, se fue en un viaje a la Toscana para nunca más volver a su casa.
Ella solía decir que apenas conoció a mi padre, Máximo Di Santis, quedó prendada de él. El amor fue mutuo, para su suerte y ambos hasta se casaron a escondidas. Al poco tiempo llegué yo a sus vidas, para mí amado abuelo eso fue la mayor deshonra para su familia, su única hija quien estaba prometida en matrimonio para otra familia adinerada de Roma, había preferido hacer su vida en la clandestinidad con un don nadie.
¿Les su