Punto de Vista de Héctor
—¿Qué sabes sobre los lobos blancos? —me preguntó Julio algo que jamás esperé escuchar de un Alfa adulto, mucho menos de mi amigo más cercano.
—¿Lobos blancos? —resoplé divertido mientras me levanté y caminé hacia el mueble lateral donde Aurora había dejado refrescos. Me serví un café, consciente de que necesitaría toda la cafeína posible después de una intensa sesión de entrenamiento y ahora con Julio contándome estos malditos cuentos de hadas.
—Son pura fantasía... leyendas urbanas. —gruñí mientras revolvía mi bebida caliente.
—Eso pensé yo también, pero este alfa le jura a la Diosa Luna que vio uno durante la batalla en esa nueva manada.
—No existe semejante cosa. Seguro se llevó un golpe en la cabeza y vio cualquier cosa blanca a lo lejos.
Los lobos blancos no eran más que mitos, puras fantasías que les cuentas a los niños como parte de las historias de antes de dormir.
Esa historia se creó para que los niños entendieran su conexión con la luna y la Diosa L