Punto de Vista de Héctor
—¿Cómo está ella? —En cuanto escuché que Aurora entraba a la Casa del Alfa, salté de mi oficina para encontrarla.
Sí, quizás presioné a Aurora para que la revisara, pero ella estaba tan preocupada como yo. Carla se había distanciado y hasta la manada entera extrañaba esa sonrisa luminosa que nos regalaba cada día.
—Está mejor de lo que pensé, es muy fuerte.
Sí, era una loba fuerte, pero eso no me impedía preocuparme por ella.
Había querido que la ubicaran en una casa lo más lejos posible de mí, pero me negué. Le asigné una casa para ella sola que igual quedara cerca, porque mi lobo me advirtió que no la pusiera demasiado lejos.
Por las noches solía pasar por su casa durante mis caminatas, algo extraño considerando que antes de que se mudara nunca había salido a caminar de noche.
A veces ni siquiera me daba cuenta de dónde estaba hasta que mi lobo me devolvía el control. Nunca lograba armarme de valor para tocar la puerta, lo cual era completamente ridículo cons