Punto de vista de Lucas

—Inmovilizar, como... —insistí. Esteban me dijo que había algo que Carla y Héctor estaban ocultando, pero esto parecía un poco descabellado.

Sin embargo, acababa de ver a mi propia compañera sanar a un niño con sus propias manos. Con un brillo rojo que emitía de sus manos, así que, por el momento estaba dispuesto a ser un poco abierto de mente.

—Es exactamente como suena. —respondió Héctor, rodando los ojos, aunque parecía luchar más con la confesión de Carla que ella misma.

—¿Estás maldita también? —el tono de Josi tiró de mi corazón, la tristeza en su voz era inconfundible. Había estado tan determinado a traerla a casa que no me detuve a preguntarle cómo estaba sobrellevándolo. Si le había causado dolor, o si perdió energía al completarlo.

De repente, ese pensamiento me puso aún más nervioso.

Josi era una sanadora nata, lo cual tenía todo el sentido ahora. Po eso tenía un talento innato para los remedios usando plantas y hierbas, y la paciencia de una santa.

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